CRISIS EDUCATIVA: Consejos para padres que quieren actuar

Como todos saben en la actualidad la palabra de moda es CRISIS. Si nos remitimos a la epistemología de la palabra, o sea, a su origen y significado más puro, asumiremos que no estamos frente a algo completamente negativo. Entiendo que desde varios ámbitos la crisis es evidente y llamativa: salud, seguridad, instituciones, educación. Todos somos víctimas y a la vez responsables del mismo proceso histórico que afecta y perturba la realidad. Desde el ámbito que me compete, la Educación, puedo afirmar que, sin caer en un cliché, estamos frente a la peor crisis que se haya afrontado en décadas. Entender la desilución y desesperación de un padre porque su hijo tiene menos días de clase que partidos de fútbol en un año, forma parte ni más ni menos de la base fundamental de mi trabajo. Si los chicos se enfrentan a esta realidad sin entender lo que sucede, sólo viendo caos y no comprendiendo al menos una nota en un diario que relata lo acontecido en la actualidad: ¿Podemos pretender que algún día la cambien? ¡NO! De ninguna manera camos a lograr que la realidad cambie cuando no tenemos garantizada la buena educación para ellos, una plaza segura en el ambiente educativo y una oferta institucional acorde a las necesidades de cada generación. Por eso me animo a dar consejos a los padres, porque mi trabajo está censtrado en suplir esas falencias que el sistema se empeña en marcar año tras año. Mi objetivo como educadora es colaborar y guiar a los padres que realmente desean movilizar las estructuras de aprendizaje anestesiadas de sus hijos, y lograr un progreso por demás estimulante para ellos y la familia. Entonces, les propongo, manos a la obra:
  • Cuando comienzan las clases: asegurense que cada docente, exhiba o envíe la presentación de objetivos claros y contenidosa desarrollar durante el año de forma precisa. Si el docente toma en serio su profesión, no tendrá inconveniente, puesto que es lógica y obligatoria la planificación de los mismos. De esta manera, ustedes tendrán pleno conocimiento de qué se persigue con cada actividad y proyecto, además sabrán en qué aspectos colaborar para afianzar o practicar los aprendizajes.
  • Recuerden que los chicos tienen piloto automático para aprender: esto significa que si el adulto que los guía tiene las herramientas y la lucidez suficiente para activarlo, ellos llegarán casi sin darse cuenta y disfrutarán de haber alcanzado un aprendizaje.
  • No sobrecargue la memoria ni exija algo que no puede realizar: si ve que exigiendo está generando una frustración o u bloqueo (que es normal y esperable cuando se están adquiriendo saberes dificultosos o desafiantes), no insista si no sabe qué camino tomar. El insistir con tareas tediosas hace que los chicos no deseen abordar esos contenidos y por ende, abandonen la lucha sin voluntad de retomarla. Sepa esperar el momento y motive cada avance por pequeño que sea. Esa estimulación hará que los chicos valoren su compañia al estudiar y recurran a usted con frecuencia como apoyo.
  • Intente armar juegos o actividades que relacionen los contenidos: por más básico o rudimentario que sea, una actividad lúdica siempre hace que la apertura hacia el aprendizaje sea más permeable. La diversión justa y la contención adecuada allanan el camino hacia el objetivo.
  • Lea con su hijo: aunque sea el diario del fin de semana. Utilice textos cortos al principio, pero que tengan significado, que den pie a que usted le explique algo del contenido pero también permita que ellos saquen conclusiones. Estimule la extracción de significados, lean juntos con el diccionario cerca. Lea definiciones y explique a partir de ellas.

Esto es simplemente un muestrario de todo lo que podemos hacer para adentrarnos y ser partícipes activos de la educación de los chicos, sin miedo a equivocarnos.
Insisto en que si uno ejercita estas pautas y otras más con prudencia y voluntad, se puede lograr mucho más que bloqueándolos desde la impotencia.
Espero que mis consejos colaboren y motiven a esos padres que escucho a diario.

Un cordial saludo.
Prof. Silvia N. Censi
Directora
Apoyo Escolar Integral