- Cuando comienzan las clases: asegurense que cada docente, exhiba o envíe la presentación de objetivos claros y contenidosa desarrollar durante el año de forma precisa. Si el docente toma en serio su profesión, no tendrá inconveniente, puesto que es lógica y obligatoria la planificación de los mismos. De esta manera, ustedes tendrán pleno conocimiento de qué se persigue con cada actividad y proyecto, además sabrán en qué aspectos colaborar para afianzar o practicar los aprendizajes.
- Recuerden que los chicos tienen piloto automático para aprender: esto significa que si el adulto que los guía tiene las herramientas y la lucidez suficiente para activarlo, ellos llegarán casi sin darse cuenta y disfrutarán de haber alcanzado un aprendizaje.
- No sobrecargue la memoria ni exija algo que no puede realizar: si ve que exigiendo está generando una frustración o u bloqueo (que es normal y esperable cuando se están adquiriendo saberes dificultosos o desafiantes), no insista si no sabe qué camino tomar. El insistir con tareas tediosas hace que los chicos no deseen abordar esos contenidos y por ende, abandonen la lucha sin voluntad de retomarla. Sepa esperar el momento y motive cada avance por pequeño que sea. Esa estimulación hará que los chicos valoren su compañia al estudiar y recurran a usted con frecuencia como apoyo.
- Intente armar juegos o actividades que relacionen los contenidos: por más básico o rudimentario que sea, una actividad lúdica siempre hace que la apertura hacia el aprendizaje sea más permeable. La diversión justa y la contención adecuada allanan el camino hacia el objetivo.
- Lea con su hijo: aunque sea el diario del fin de semana. Utilice textos cortos al principio, pero que tengan significado, que den pie a que usted le explique algo del contenido pero también permita que ellos saquen conclusiones. Estimule la extracción de significados, lean juntos con el diccionario cerca. Lea definiciones y explique a partir de ellas.
Esto es simplemente un muestrario de todo lo que podemos hacer para adentrarnos y ser partícipes activos de la educación de los chicos, sin miedo a equivocarnos.
Insisto en que si uno ejercita estas pautas y otras más con prudencia y voluntad, se puede lograr mucho más que bloqueándolos desde la impotencia.
Espero que mis consejos colaboren y motiven a esos padres que escucho a diario.
Un cordial saludo.
Prof. Silvia N. Censi
Directora
Apoyo Escolar Integral