Investigación - La Ciencia y el Método Científico

¿Cuáles son las características de la explicación científica?, tal vez es la obra de Carl G. Hempel la que más destaque entre los epistemólogos cuando tratan de caracterizar la explicación y su naturaleza. Por ello nos detendremos a caracterizarla mediante un conjunto de 11 aforismos que resume el ensayo La Lógica de la Explicación aparecido en su famoso libro La Explicación Científica (Hempel 1965).

1. Explicar es responder a la(s) pregunta(s) ¿por qué?

2. La explicación consta de un explanandum y un explanans, los cuales se reservan para el ámbito de la explicación de significado y análisis.

3. El explanandum es un enunciado que describe el fenómeno a explicar (es una descripción y no el fenómeno mismo).

4. El explanans consta de al menos dos conjuntos de enunciados utilizados con el propósito de dilucidar el fenómeno:

4.1. Por una parte, enunciados que formulan condiciones antecedentes (C1, C2, .... Ck); indican condiciones que se manifiestan antes de la aparición del fenómeno que se va a explicar.

4.2. Por otra, enunciados que representan leyes generales (L1, L2,... Lr)

5. El fenómeno en proceso de explicación será explicado demostrando que se produjo de acuerdo con las leyes generales (4.2) y en virtud de las condiciones antecedentes especificadas (4.1.).

5.1. Así, la pregunta ¿por qué sucede el fenómeno? se transforma en la pregunta ¿de acuerdo con qué leyes generales y cuáles condiciones antecedentes se produce el fenómeno?

6. La explicación también puede formularse respecto a leyes generales. Es decir, la explicación de una regularidad general puede subsumirse dentro de otra regularidad más inclusiva (una ley más general). Dicho de otra manera, las leyes generales son cubrientes, ya que pueden subsumir otras leyes o un conjunto de hechos.

6.1. Ejemplo: la validez de la ley de Galileo sobre la caída de los cuerpos en la superficie terrestre, puede explicarse a partir de un conjunto más inclusivo de leyes, tales como las del movimiento y de la gravedad de Newton y de otros enunciados acerca de hechos particulares como los referidos a la masa y al radio terrestre.

7. Requisito LógicoEmpírico de la Explicación.

7.1. Los dos primeros requisitos (R) son de carácter lógico. El tercero es lógicoempírico. El cuarto es de carácter empírico.

7.1.1. (R1). Deducibilidad. El explanandum debe ser lógicamente deducible de la información contenida en el explanans.

7.1.2. (R2). Leyes. El explanans debe contener leyes generales adecuadas a la derivación lógica del explanandum.

7.1.3. (R3). Consecuencia Empírica. El explanans debe tener contenido empírico (comprobable por experimento u observación); lo anterior supone asumir que el explanans deberá contener, al menos, una consecuencia de índole empírico.

7.1.4. (R4). Requisito Empírico. Los enunciados del explanans deben satisfacer la condición de corrección fáctica, lo cual implica que han de ser confirmados por todos los elementos relevantes antes de ser considerados verdaderos.

7.1.4.1. Ejemplo: Supóngase, que en una etapa primitiva de la ciencia un determinado fenómeno fue explicado mediante un explanans verificado con las pruebas disponibles en ese momento, pero descubrimientos empíricos más recientes lo han negado. Las posibles respuestas que pueden proporcionarse atendiendo a la condición de corrección fáctica son: (a) originariamente la condición fue correcta, pero dejó de serla al descubrirse elementos de prueba desfavorables; (b) la verdad (empírica) del explanans y la solidez de la explicación (lógica) había sido bastante probable, pero la mayor evidencia empírica disponible ahora hace muy probable que el explanans no fuera verdadero y en consecuencia la explicación no era, ni ha sido nunca, correcta.

7.1.5. Diagrama de la Explicación Científica.



8. Explicación y Predicción. El mismo análisis formal (incluidos los cuatros requisitos) se aplica a la explicación y a la predicción.

8.1. Diferencia entre explicación y predicción. La diferencia es de carácter pragmático.

8.1.1. Explicación. Si dado E (enunciado descriptivo), y conociendo que E ha ocurrido, se enuncia un conjunto de oraciones C1, C2, ... Ck y luego se enuncia otro conjunto de enunciados L1, L2, ... Lr, conexos a los anteriores, entonces hablamos de explicación.

8.1.2. Predicción. Si, proporcionados los dos conjuntos de enunciados (Ck y Lr), de ellos se infiere E antes de que suceda el fenómeno, entonces hablamos de predicción.

8.1.3. En consecuencia, a nivel de características lógicas, la explicación y la predicción poseen los mismos elementos estructurales.

9. Explicación PreCientífica y Explicación Incompleta.

9.1. La explicación precientífica carece de fuerza predictiva, puesto que el explanans no suministra leyes explícitas por medio de las cuales poder realizar la predicción, ni establece, de manera adecuada, las condiciones antecedentes que serían necesarias para este propósito.

9.2. La explicación incompleta puede considerarse como un índice de correlación positiva entre las condiciones antecedentes y el tipo de fenómeno que se va a explicar y como guía de la dirección que deberán tomar las investigaciones ulteriores con el propósito de completar dicha explicación.

10. Explicación Causal. Si E describe un hecho, puede decirse que las circunstancias antecedentes señaladas en C1, C2... Ck "causan" en conjunto aquel hecho, en el sentido de que existen ciertas regularidades empíricas expresadas por L1, L2... Lr, las cuales implican que toda vez que ocurran condiciones del tipo indicado por C1, C2... Ck, tendrá lugar un hecho del tipo descrito en E.

10.1. De acuerdo a lo indicado tenemos que: una explicación causal completa se convierte en una adecuada predicción.

10.2. En tal contexto, los enunciados L1, L2... Lr, al expresar conexiones generales y ordinarias entre características específicas de hechos, se denominan leyes causales.

10.3. La explicación causal es una variedad del tipo de razonamiento deductivo.

11. La tesis de Hempel es que los principios de la explicación generados en ciencias naturales son también aplicables a las ciencias sociales.





En resumen, hasta aquí se han entregando los antecedentes que nos permiten caracterizar la explicación científica, según la obra del epistemólogo Hempel, entendida como un razonamiento por leyes cubrientes. Dicho de otra manera, la explicación causal es una variedad del tipo de razonamiento deductivo. Sin embargo, con el propósito de ejemplificar las ideas expuestas, es conveniente destacar que la explicación que usualmente damos en nuestra vida cotidiana está, curiosamente, bastante cerca de la científica.

Cuando observamos las noticias en televisión, podemos notar que los periodistas preguntan a los encargados de la seguridad pública: –"¿Por qué han aumentado los robos a mano armada?" y estos responden algo así como: –"No es que hayan aumentado los robos, puesto que se mantienen en el mismo promedio de la década pasada, lo que pasa es que los delincuentes tienen mayor acceso a armas, las cuales son obtenidas, principalmente, de los habitantes de las mismas casas que asaltan, puesto que las compraron para defenderse de los delincuentes. Como los miembros de la familia no pueden estar armados mientras almuerzan o duermen, entonces guardan el arma en el closet, pero es ahí donde los delincuentes las encuentran y las ocupan en los posteriores atracos".

Causa (C) y Efecto (E)

Este tipo de respuesta puede considerarse una explicación satisfactoria. El fenómeno a explicar es el aumento de robos con armas, enunciándose como condición antecedente que los delincuentes obtienen las armas de las mismas casas que asaltan. Es decir, dada la condición antecedente C (obtención de armas), se produce E (más robos armados). La causa C produce el efecto E. Sin embargo, lo anterior no es literalmente una explicación científica, aunque pudiera parecerlo.

¿Qué es aquello que le falta a este ejemplo para ser considerado una explicación científica? Una ley general. En efecto, falta una legalidad fuerte que conecte la obtención de armas con la mayor cantidad de robos armados. Si una ley tal existiera, quedaría como sigue:

Todas las armas robadas son usadas en robos armados

En Santiago aumentan las armas robadas

En Santiago se produce una mayor cantidad de robos armados

Donde 1 es la ley general, 2 es el antecedente o causa y 3 el consecuente o efecto.





¿Existe la verdad absoluta en la ciencia?

Popper se preocupó del problema de la demarcación. Su respuesta es que una teoría es potencialmente una teoría científica si y solo si existen posibles observaciones que puedan falsarla (refutarla).

Según Popper, Hume tenía razón en que la inducción no puede fundar verdaderamente la ciencia. Es decir, supongamos que vemos un cisne con cuello negro, luego vemos otro y otro, entonces podemos tener la tentación de decir: "todos los cisnes tienen el cuello negro". Hemos hecho una generalización o inducción tendiente a darle el carácter de ley general. Sin embargo, aun cuando veamos muchos cisnes negros (y este es el punto), nunca podemos estar ciertos que nuestra siguiente observación confirme la pretendida ley "todos los cisnes tienen el cuello negro".

Para el ejemplo del cisne, dice Popper, no hay que proceder como los científicos que tratan de probar su teoría capturando un cisne y observando si tiene el cuello negro, con el propósito de decir que se ha confirmado la teoría. Al contrario, lo que hay que buscar son los casos anómalos, aquellos que no cumplen con el enunciado de la ley. Si encontramos ese caso, entonces la teoría no es cierta. Pero, ¿qué pasa si no lo encontramos? Entonces es probable que la teoría sea cierta, pero nunca estaremos seguros que esa sea la verdad absoluta.

Escrita Por Francisco Osorio G. Antropólogo Social. Magíster en Filosofía mención Epistemología. Alumno Doctorado en Filosofía mención Epistemología de las Ciencias Sociales. Universidad de Chile. Conferencia dictada para el Magíster en Antropología mención Desarrollo el 14 de abril de 1998

Bibliografía

Boyd, Richard. 1991 (1993). Confirmation, Semantics, and the Interpretation of Scientific Theories. The Philosophy of Science. Mit Press. Cambridge.

Hempel, Carl. 1965 (1988). La Lógica de la Explicación. pp. 247-253. La Explicación Científica. Editorial Paidós. Barcelona.